La adrenalina te invade mientras fantaseas con tu próximo destino, la aventura te llama a gritos y la maleta es toda para ti. Si, por fin podrás meter todos tus modelitos de noche, o ese par extra de zapatillas de deporte. Vas a viajar solo. Si estás pensando en regalarte el gran viaje de tu vida, ten en cuenta esta lista de lugares preparados para acogerte con los brazos abiertos.
Bangkok (Tailandia)
La energía que transmite Bangkok y el caos que reina (sin aparente peligro para nadie) te pondrá las pilas en seguida. Es el momento de que pruebes su deliciosa cocina y te relajes. Descubre templos, escúchate sin prisa y tómate tu tiempo para recorrer en barca sus recovecos acuáticos. Los precios son muy asequibles y el alojamiento bastante barato. Si quieres conocer a otros viajeros, reserva en la zona de Khao San Road, un paraíso de mochileros, bares con muchas happy hours y hostales a muy buen precio. Descubrirás porqué Bangkok es una ciudad famosa para hacer amigos.
Dublín (Irlanda)
Fundada por los vikingos, algo debe de quedar de su espíritu irreverente y temerario porque Dublín se ha convertido en uno de los mejores destinos del momento para pasártelo en grande y disfrutar de todos los placeres urbanitas. No tienes más que comprobarlo en Temple Street, un espacio cargado de pubs dónde tomar una pinta es casi sinónimo de hacer amigos. Si además quieres potenciar tu lado cultural, la oferta de Museos te sorprenderá por su calidad. No te pierdas la Galería Nacional de Irlanda, el Museo Irlandés de Arte Moderno, en un antiguo hospital y la excelente Galería Hugh Lane. Si eres un amante de la Guinnes, no puedes perderte la Guinnes Storehouse, una espacie de parque temático para los muy iniciados. Si lo tuyo es la literatura, disfrutarás recorriendo los pasos de Oscar Wilde o George Bernard Shaw. La UNESCO ha otorgado a Dublín el título de ciudad literaria. Cómprate un buen libro y deja pasar la vida.
Nueva York (Estados Unidos)
Lógicamente la Gran Manzana es el escenario perfecto para que protagonices tu película a solas y vayas haciendo casting a medida que sus muchas tentaciones vayan cruzándose por tu camino. Cuentas con una ventaja: casi todo te va a sonar, ya lo has visto en series y películas, de modo que no te sentirás tan perdido ni tan apabullado. Si a pesar de todo el cuerpo te pide calma, date un largo paseo por Central Park, recorre el West Village, y déjate el cuello tratando de llegar con la vista al último piso del Empire State. Cómete una pizza en la calle, honra la Zona Cero y visita la Estatua de la Libertad. Admira las últimas colecciones de las grandes firmas y entérate de cual es el mejor out let del momento para cazar las gangas. No tendrás ni un minuto para aburrirte.
Hong Kong (China)
Hazte con un buen par de libros interesantes para el viaje y disfruta del aterrizaje. La Bahía de Hong Kong es espectacular a cualquier hora del día. Allá abajo te espera un hormiguero humano con el que en muchos casos te tendrás que entender por señas. Cada uno va a su rollo y a nadie le extrañará que viajes solo. Para hacerte una idea de conjunto, empieza por visitar Victoria Peak (te harás los mejores selfies del viaje) y podrás apreciar de un golpe la belleza del enclave. Verás que hay más islas de las que te imaginabas: en total son 260 las que componen el archipiélago. Por eso, lo mejor es que reserves plaza en uno de los veleros que recorren la bahía y disfrutes del exquisito y desconocido marisco que te ofrecerán en muchas de sus paradas. Después puedes tomar el mítico ferry y recorrer a gusto Kowloon y sus mercadillos nocturnos. No te pierdas el de Temple Street y si te ves con ganas deja que te echen las cartas. Normalmente aciertan. No dejes de tomar un cócktail en El Península Hotel, quién sabe a quien puedes conocer, y por supuesto disfruta de su fantástica oferta gastronomía, también la callejera: como mínimo te sorprenderá.
Reikiavik (Islandia)
Estas al norte del norte, en una de las ciudades más interesantes del planeta, perfecta para descubrir una belleza natural sin precedentes. Desde Reikiavik puedes explorar la Laguna Azul, un spa geotérmico cargado de minerales revitalizantes que te dejará sin palabras. Hazte una limpieza interior (el alcohol aquí es carísimo) y sigue explorando los tesoros naturales del país. Puedes atisbar ballenas, fotografiar saltos de agua y por supuesto practicar el senderismo. Si de repente te ataca el ansia de socializar dirígete a The Laundromat Café, un espacio multidisciplinar donde podrás tomarte unas cervezas, interaccionar con los locales y conocer a otros viajeros que han tenido la misma idea que tú.
Ámsterdam (Holanda)
La ciudad, famosa por sus canales, sus casas de colores, su cultura vanguardista y sus coffee shops, es perfecta para descubrirla a tu aire, dándole rienda suelta a tus apetencias. Alquila una bici y fúndete con el paisaje. Es imprescindible visitar el Museo Van Gogh, hacerte una foto subida de tono en el barrio rojo y descansar entre los tranquilos canales de Vondelpark, un barrio apacible y trendy dónde reina la comida ecológica. Además puedes aprovechar el buen tiempo para acercarte a la estupenda playa artificial de la isla de Jburg: también tienen chiringuito.