Para Valentina Evertz, un novel rostro del diseño de modas en República Dominicana, las mejores inspiraciones surgen durante un viaje. ¨Viajar es una de mis más grandes pasiones, disfruto desde visitar museos hasta tener la oportunidad de conocer diferentes culturas, gastronomías e idiomas¨, expresa esta talentosa joven, quien luego de haber estudiado tres años en el Instituto Marangoni de Paris y haber trabajado con importantes diseñadores como Elie Saab, Anthony Vacarello y David Koma, regresó a su país de origen para empezar a trabajar en su propia línea de ropa ready-to-wear: Cayena, el resultado de varias ideas que había concebido durante sus viajes por las capitales de la moda.
De esta iniciativa, se desprende la más reciente colección de Valentina Evertz, Electric Jungle, la cual dio a conocer en un coctel que reunió a representantes de la moda local y demás invitados en el salón 504 del restaurante La Cassina.
Al hablar sobre su marca, Valentina Evertz dijo: ¨Cayena es una propuesta juvenil, diferente y fácil de llevar. Vivimos en un país tropical y, las mujeres, siempre estamos buscando un atuendo fresco y moderno para disfrutar de un fin de semana fuera de la ciudad o de alguna escapada especial. De ahí surgió mi idea de crear una marca que ofreciera el guardarropa perfecto para un fin de semana en la playa, desde la combinación para lucirte durante el día hasta el atuendo perfecto para la noche.¨
Electric Jungle es una propuesta femenina, que ofrece opciones de blusas, vestidos, pantalones y pareos para disfrutar de las bondades del trópico. Las prendas, delicadamente estructuradas a mano en el país, constan de tejidos como linos, chifones, telas con texturas trabajadas a mano, que han sido adquiridos por la diseñadora en Madrid, Francia y Nueva York.
En esta colección, Valentina juega con diseños abstractos y una paleta de colores que va desde los tonos tierra y el verde olivo, hasta el azul, el amarillo y el anaranjado.
Desde su taller, esta diseñadora trabaja arduamente y se involucra en cada parte del proceso de manufacturación de los tejidos, no solo en la concepción de la colección, sino también en la producción de los patrones, de las piezas y en las ventas y marketing. Todo ello, hilado por la exclusividad como sello distintivo, pues existe un número de piezas limitado.