La alfombra roja de los Premios Grammy se reconoce por su singularidad. Más allá de establecer un parámetro entre mejor y peor vestidos, este escenario brinda la oportunidad a los artistas de expresar su estilo e individualidad. Es por esta razón que muchas veces encontramos en los Grammy, atuendos que fácilmente rayan en lo estrafalario.
Este año consideramos que faltó el factor sorpresa que han sabido brindar estrellas como Lady Gaga, Nicky Minaj o Cardi B en ocasiones anteriores, aun así los atuendos que lucieron las estrellas nos dan bastante tela de donde cortar, para mantener una conversación sobre estilo.
La peculiaridad ¨Camp¨ de Harry Styles, la sensualidad de Dua Lipa, el orgullo por sus curvas que expresa Lizzo o la eterna femineidad de Taylor Swift, destacan entre los looks más llamativos de esta edición.
Swift pasó con notas altas esta prueba de la alfombra roja y no es sorpresa, invariablemente lo logra. Esta vez no solo estuvo bien vestida, lució lo que podemos considerar como una verdadera ¨Pieza de Conversación¨. Un traje corto y con mangas largas, bordado completamente en coloridas flores, definió esta exquisita creación de la firma Oscar de la Renta para una de las grandes ganadoras de la noche.
