Por Anny Paula
Temas como los feminicidios, la violencia contra la mujer, la prostitución infantil, niñas sin más oportunidades que la de vender su cuerpo desde una temprana edad para sobrevivir, son temas difíciles de digerir, pero forman parte de la sociedad en la vivimos y representan la vida de más personas de las que nos gustaría admitir.
La actriz de raíces dominicanas Jackie Cruz, comparte pantalla con las estrellas Megan Fox, Bruce Willis y Emile Hirsch, en el largometraje «Midnight in the Switchgrass» un thriller policial que pone en la palestra temas como la trata de personas. Este largometraje marca el debut como director de Randall Emmett, quien ha producido películas como «The Irishman» protagonizada por Rober De Niro y Al Pacino.
Cruz es más conocida como Marisol «La Flaca» Gonzalez, papel que interpreta en la serie de Netflix «Orange Is The New Black», pero en esta ocasión da vida a Suzanna, esposa de uno de los personajes principales. Sobre Suzanna la actriz comenta: «Ella es muy fuerte y tiene que recordarle a su esposo que también está su familia, que hay amor y que no se puede olvidar de eso, aunque vea tanta violencia y tantas cosas en la calle por su trabajo».
Jackie opina, en una entrevista con EFE, que este tipo de películas abordan realidades muy traumáticas como la violencia machista, pero entiende que son necesarias para que no darles la espalda a las víctimas de esas situaciones. «Siento que estas historias son importantes de contar y que hay que hablar de ellas, aunque sean bien difíciles de ver», explicó.
«Me parece que estas películas cuentan historias de las que no se habla mucho: de niñas, de lo que está pasando en la vida real, de lo que puede pasar en el mundo, de lo peligroso que es que las niñas estén en las calles». Fue una cosa difícil y me puso a llorar. Teniendo una hermanita, teniendo una familia… Gracias a Dios, no me ha pasado nada de esto, pero sé que en América Latina esto pasa todos los días. Es una cosa muy fea», señaló.
Es muy importante que este tipo de historias sean contadas en la pantalla grande, ya que representan la realidad de millones de personas alrededor del mundo. Ayudan a la audiencia a generar empatía con las víctimas de estos crímenes, pero también crean conciencia de la realidad que se vive fuera de nuestros hogares.