Novak Djokovic ha sido fuente de noticias controversiales en estos días, y todo se relaciona a su negativa de vacunarse contra la COVID-19. El gobierno de Australia ha cancelado su visado por segunda ocasión, lo que le imposibilitará de jugar el Campeonato Abierto de Australia, del que es actualmente campeón.
Tras esta decisión el tenista serbio de 34 años de edad podría ser deportado sin oportunidad de jugar en el evento. En palabras de Alex Hawke, Ministro de Inmigración Federal de Australia, la presencia de Novak en el país puede representar un peligro directo para el público, ya que ha elegido arbitrariamente no vacunarse.
A Djokovic le fue otorgada una excepción de los requerimientos de la vacuna COVID-19, lo que causó un gran malestar entre los ciudadanos y habitantes de Australia, que han tenido que enfrentar serias restricciones desde inicios de la pandemia a finales de 2019. Aun así la visa solicitada por el campeón de tenis no incluía excepciones médicas. Cuando llegó a la ciudad de Melbourne el pasado 6 de enero, fue detenido por los oficiales de migración, los que decidieron que no tenía suficientes justificaciones médicas para decidir no vacunarse.
De ser deportado, Novak podría enfrentar un impedimento de tres años para volver a entrar a Australia. Recientemente el tenista compartió un comunicado refiriéndose a los resultados positivos de su prueba PCR como una desinformación. «Quiero referirme a la continua desinformación de mis actividades y presencia en eventos el pasado mes de diciembre, conectados con el resultado positivo de mi prueba COVID PCR. Esta desinformación que necesita ser corregida, particularmente en el interés de aliviar una preocupación más amplia en la comunidad acerca de mi presencia en Australia, y referirme a estos asuntos que son muy dolorosos y preocupantes para mi familia».
Desde el punto de vista del tenista, ha habido un malentendido que él define como error humano, al llenar una casilla incorrecta en el pedido de visado a Australia, cuando el pasado mes de diciembre tras una prueba, resultó positivo al virus. «Esto fue un error humano y ciertamente no deliberado», dijo Djokovic, «Estamos viviendo tiempos retadores en una pandemia global y algunas veces estos errores pueden ocurrir. Hoy, mi equipo ha entregado información adicional al Gobierno de Australia para clarificar el asunto».
El Abierto de Australia iniciará este próximo lunes 17 de enero, pero todavía no está claro si Djokovic, actual campeón del abierto, podrá defender su título.