La tradición y el amor a los dulces son sus claves. Dos aspectos fundamentales que han mantenido a Productos Mi Vieja en el gusto de todos y que después de casi 30 años han sabido tener bien presentes los nuevos hábitos de consumo de la población para ir siempre acorde con los tiempos.
Y todo ello con el timón de Doña Josefina, su propietaria, que es el eje principal del negocio y que es la persona que ha transmitido ese amor suyo por todo lo que hace. El negocio es completamente familiar y cada uno de sus miembros está encargado de un área específica para lograr un éxito en todo lo que emprenden. Se creó en mayo de 1988.
Toda una amplia propuesta que si nos centramos en la parte de dulces nos ofrece desde coco leche, coco piña, jalao, cajuil, pan de batata, pudín de pan, cortaditos de leche, batata con leche, concón de coco, delicia de ciruela o tres leches. Pero junto a todo ello, la línea gourmet que Mi Vieja elabora especialmente tiene productos como las naranjitas, las bolitas de coco y almendra, las peritas de batata y piña o las bolitas de leche. Su oferta de variedades saladas es igualmente amplia y abarca desde los panes integrales con pasas y nueces hasta los quipes, las empanaditas de yuca, los pasteles en hoja, los turquitos de pollo, las pizzitas, los croissants o los yaniqueques.
Recientemente, han dado un paso adelante poniendo en marcha su panadería artesanal en su nuevo local. Y es que Mi Vieja ha cambiado mucho desde sus inicios y siempre ha querido ir ofreciendo nuevas cosas, por ejemplo, a los primeros dulces criollos se fueron sumando los souvenirs que los propios clientes iban demandando, después llegó el carrito del frío frío hasta la panadería actual.
Lo que siempre se ha mantenido es la manera en la que elaboran esos productos, hechos como en casa, como ellos mismos señalan, con el mejor ingrediente de todos que es el amor. “Productos Mi Vieja elabora sus productos artesanales criollos 100% naturales y con materias primas totalmente dominicanas”, nos cuentan.
Realmente el mercado está muy competitivo y al mismo tiempo la sociedad está experimentando un cambio en la alimentación reduciendo el consumo de azúcar, por lo que se elabora una línea de dulces para diabéticos que ha sido muy bien aceptada.
La idea de elaborar dulces criollos siempre estuvo en el corazón de Doña Josefina, ya que creció junto a su madre Doña Josefa, mientras ésta los elaboraba. Cuando decide iniciar la empresa lo hace basada en lo aprendido en su niñez, pero con un concepto innovador creando los dulces criollos de una manera individual con sus correspondientes capacillos facilitando así el consumo de los mismos y siempre con una cuidada presentación.
La principal intención de Doña Josefina siempre fue llevar el dulce criollo a las mesas. “En Mi Vieja siempre tenemos opciones diversas para cada época del año como el Pan de Batata o las Teleras de Anís para las Navidades”, explican sus propietarios.
Mi Vieja es una empresa familiar, en la cual cada uno de sus miembros tiene su rol dentro y cuida que cada área esté debidamente manejada. Está compuesta por: Josefina Mieses de Calderón, gerente general (madre), Evaristo Calderón, asesor administrativo (padre), Carmen Josefina Acosta de García, gerente administrativa y ventas (hija), Karla Maciel Calderón, gerente de tienda(hija) y Gabriela Calderón de Groba, gerente de producción (hija).
En un principio solo Doña Josefina y Don Evaristo trabajaban en la empresa, pero con el transcurrir del tiempo las hijas se fueron integrando atraídas por el amor con que su madre elaboraba los dulces hasta conformar el equipo que labora hoy en día. La decisión de elaborar y comercializar dulces criollos surge por la preocupación de Doña Josefina de rescatar nuestras tradiciones a través de la gastronomía y hacerle llegar a las nuevas generaciones los dulces que acompañaron la infancia de sus padres y abuelos.