El concepto “revolución sexual” se vincula hoy con un cambio amplio y radical que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX y afectó principalmente al mundo occidental.
Este cambio se caracterizó por la adopción de una nueva concepción de la moralidad sexual y el comportamiento sexual humano en general. Al mismo tiempo, el concepto se vincula también con la liberación de las mujeres en el ámbito de las costumbres familiares tradicionales así como la progresiva igualdad que se ha ido alcanzando entre los dos sexos a partir de las décadas de los 60´s y 70`s.
Consistió en la aceptación pública progresiva de una mayor variedad de comportamientos sexuales que con anterioridad se consideraban tabú. Al mismo tiempo la “revolución sexual” constituyó un hecho muy destacado para el movimiento feminista, puesto que se demandaban derechos básicos para las mujeres como el aborto y la píldora anticonceptiva.
Cuando hablamos de esta época de cambios solemos pensar en minifaldas y en una música rock, sin embargo, esta década fue decisiva para la lucha en pro de los derechos civiles de determinados colectivos.
Las tendencias aperturistas llegaron principalmente desde Estados Unidos. En 1968 se cancela el Código Hays de censura cinematográfica, aunque unos años antes ya circulaban obras literarias que en los 50 estaban casi prohibidas como: El amante de Lady Chatterlay, de los diarios íntimos de Anaïs Nin, las novelas de Henry Miller o de la polémica Lolita de Navokob… entre otros.
Las protestas contra la Guerra de Vietnam, el descontento de una juventud que pagaba los efectos morales de la II Guerra Mundial y la llamada revolución cultural del 68 dan buena fe del clima de ruptura que se vivía en la época.
La llegada de la píldora anticonceptiva y un mayor acceso a los preservativos motivó que los jóvenes empezaran a practicar sexo sin miedo al embarazo.
La pornografía empezó a abrirse camino pese a su estatuto marginal y el matrimonio se reformuló ideológicamente, pasando de ser un contrato penal a una unión libre y consentida por ambas partes. En este sentido, las relaciones extraconyugales empezaron a ser el símbolo inequívoco del llamado “amor libre”. Eran comunes las manifestaciones y las drogas psicodélicas, como muestras de una contracultura que cada vez daba más miedo a la moral dominante.
No obstante, puede que lo más significativo fueran las conquistas de los derechos sociales y civiles de la población negra y de las mujeres. En los 60 se refuerza el feminismo de militancia que reivindica el sufragio femenino, la igualdad de salarios y oportunidades laborales, el derecho al divorcio y el libre acceso al aborto seguro.
Por otro lado, los movimientos homosexuales empezaban a despuntar al abrigo de una cierta permisividad sexual, y llegarían a su momento álgido en los años 70.
Muchos hablan de “revolución sexual” sin pararse a pensar que aquello que llamamos “sexual” alberga múltiples significados e implicaciones. Quien quiera ver en los 60`s una época de desenfrenada permisividad y música rock, se equivoca en el supuesto. Muchos de los derechos que hoy vemos como normales no fueron asumidos de manera colectiva hasta la llegada de la llamada revolución.