El entrañable cantante de boleros dominicano, Rafael Colón, en su canción “Luna sobre el Jaragua”, estando esta “celosa de tanto esplendor, que viste de plata y de amor, bajo siluetas de palmera y besos de quimeras”, se inspiraba en aquellos glamourosos eventos que organizaba con cariño el icónico Hotel Jaragua.
Las fiestas de este hotel marcaron toda una época en la historia contemporánea de Santo Domingo y la República Dominicana, donde el esplendor rozaba su cénit rodeado de elegancia, galantería y caballerosidad expresada en recuerdos y anécdotas imborrables para aquellas generaciones. Incluso, cuentan, fue escenario y origen de inenarrables momentos románticos de nuestros padres. Y es que, para Rafael Colón, se convirtió en musa para su álbum “Soñando contigo” en 1960.
Ese sueño de aquel bolero ha pervivido en las siguientes generaciones, como se manifiesta en el diseño del Teatro La Fiesta por el arquitecto Guillermo González en 1985. El objetivo de rescatar de la memoria histórica dominicana esa magia se reprodujo en un ambicioso proyecto que contaba con una longitud de más de 14,000 pies y una altura de entre 20 y 25 pies. Dos pisos con cuatro niveles cada uno que hoy cuentan con nueve columnas iluminadas de Led y una capacidad para más de 1200 personas con gran parte de sus paredes alfombradas.
El deslumbrante fulgor que retumba todavía en las paredes del Teatro La Fiesta todavía resuena, gracias al esmero con el que trabaja cada día Renaissance Santo Domingo Jaragua Hotel & Casino. Y, no solo por rememorar aquellos momentos de esplendor, elegancia y glamour dominicano, sino por apostar incansablemente por revivirlos y aprovechar en toda su esencia las noches dominicanas para las nuevas generaciones. Y que este espacio histórico en Santo Domingo, siga siendo la opción preferente, céntrica, cómoda y preferida de los mejores organizadores de eventos de la República Dominicana.