Bella Hadid no es actriz, nunca ha participado de extra en un producción cinematográfica. Quizás donde más lejos ha llegado su presencia en este sentido, es a un video musical del artista The Weeknd, quien también fue su pareja hace algunos años. Sin embargo, aunque quizás aún no ha tenido la oportunidad en la gran pantalla –y probablemente no sea lo que busque- lo que si está claro es que su presencia en la alfombra roja del Festival de Cannes, ya se ha hecho costumbre.
No solo hace acto de presencia, sino que ha dejado en esa alfombra momentos inolvidables. Cuando se habla de tendencias, elegancia y estilo en el que considera como uno de los «Red Carpets» más exclusivos del mundo, el nombre de Bella Hadid siempre sale a relucir.
Son sus contratos publicitarios los que la llevan hasta allí, así como a otras modelos. Las casas de moda y de belleza que patrocinan el festival, invitan a la alfombra roja a sus reconocidas embajadoras, rostros famosos en todo el mundo que con su presencia ayudan a crear un mayor impacto promocional del famoso evento cinematográfico.
Fue en el año 2017 cuando la modelo hizo su primera aparición en la alfombra roja del Festival de Cannes. Llevaba un vestido de seda rojo, con profunda abertura lateral firmado por Alexander Vauthier. Vestir de rojo como debutante en una alfombra roja, es uno de los trucos preferidos de los estilistas, y esta vez se logró el objetivo en grado superlativo. La imagen de Hadid se hizo viral, generando numerosos reportajes en medios especializados, y sin duda alguna este gran momento marcó un antes y un después en su carrera.
A partir de entonces la presencia de Bella se ha establecido, recibiendo aplausos de fotógrafos y prensa como una indudable reina del estilo personal en Cannes. Elie Saab, Christian Dior, Roberto Cavalli, Bulgari, Chopard, son solo algunas de las firmas que han escogido a la modelo para vestirla y complementar sus atuendos con joyas.
Ayer, durante la ceremonia inaugural de la edición 2021 del Festival de Cannes, Bella Hadid lo hizo otra vez. En esta ocasión llegó vestida por Jean Paul Gaultier, un espectacular traje silueta columna en color blanco y llamativa cola negra en chifón transparente, textura que se repite en el escote y el cuello halter.
El modelo es un diseño vintage presentado por el creador francés ya retirado, en su colección de alta costura primavera-verano 2002. En aquella ocasión fue la supermodelo Naomi Campbell quien mostró el vestido en pasarela.
En esta ocasión el vestido que se establece como icónico, adquirió el toque personal de Bella Hadid al combinarlo con joyas de Chopard y un dramático moño alto.
Aunque indudablemente ha sido un gran momento, esta no es la única ocasión en que la veremos lucirse en el evento. Se espera su presencia como invitada a otros eventos y proyecciones cinematográficas en esta edición del festival.