Si bien no representa un riesgo mayor a la salud dormir con tu mascota, lo que sí afecta es en la calidad de tu sueño, es lo que arrojó un reciente estudio estadounidense. La calidad del sueño de las personas podría verse alterada negativamente si su perro está en la cama, aunque este no es el caso si la mascota simplemente está en el dormitorio, encontraron un par de investigadores de la Clínica Mayo. “La cuestión es dónde duermen los animales, y si eso afecta a los seres humanos”, apuntó la doctora Lois Krahn, autora principal del estudio y especialista en medicina del sueño.
La calidad del sueño de una persona es mayor y se despierta menos veces después de empezar a dormir cuando el perro o gato se encuentra solo en la habitación, pero no en la misma cama. Asimismo, la calidad del sueño de la mascota no cambió en función del lugar en que estuviera, añadió. “Las personas me dicen que podrían beber una jarra de café antes de ir a dormir y que no afectaría a su sueño, pero sí lo afecta y simplemente no son conscientes de ello. Hace que su calidad de sueño, que podría ser del 100%, sea del 85%”, expuso por su parte el doctor Christopher Winter, presidente de Neurología y Medicina del Sueño en Charlottesville, Virginia, Estados Unidos.
Efectos de la mascota con frecuencia la mascota despierta a las personas, porque las pisa al caminar, se mueve, se menea en la cama, o ronca. Los perros a veces se mueven y se comportan según lo que estén soñando. Hay algunas mascotas que se meten debajo de las sábanas, y eso despierta al dueño, fue lo explicado por la doctora Krahn. Los expertos también encontraron que compartir cama no solamente afecta la higiene en el sueño de las personas, sino de la mascota también.
El perro no debería hacerse dependiente de que su dueño esté en la cama con él. Debería tener sus propios buenos hábitos de sueño. Podría generar una situación en la que sales de la ciudad y tu perro no podrá dormir porque no estás allí para dormir con él, destacó el doctor Winter. Si tienes una mascota, opta por que duerma en la misma habitación, pero no en la misma cama. Tu calidad de sueño, y la de él, te lo agradecerá.