SANTO DOMINGO, RD. Febrero 2025.- La clasificación A2L en refrigerantes representa un importante avance en la industria de la climatización, ofreciendo un equilibrio óptimo entre rendimiento ambiental y seguridad operativa. Esta categoría, que incluye refrigerantes como el R-32 y R-454B, merece una comprensión detallada de sus características y protocolos de seguridad asociados.
Los refrigerantes A2L se distinguen por su baja inflamabilidad, significativamente menor que la de refrigerantes tradicionales de clase A3 como el propano. Para contextualizar esta diferencia, es ilustrativo comparar los patrones de llama: mientras que el R-410A (A1) mantiene su patrón de llama dentro de los límites de inflamabilidad establecidos, los refrigerantes A2L como el R-32 y R-454B muestran un patrón que apenas supera estos límites. En contraste, el propano (A3) exhibe un patrón de llama que se extiende considerablemente por encima de los límites seguros.
“Esta caracterización técnica tiene implicaciones prácticas importantes para la industria. La diferencia en inflamabilidad entre los refrigerantes A1 tradicionales como el R-410A y los nuevos A2L es mínima, aunque sí requiere consideraciones adicionales en términos de seguridad”, subrayó Martha Gabriela Neret, Product Marketing Manager de Daikin.
Los protocolos de seguridad para el manejo de refrigerantes A2L se integran fácilmente en las prácticas estándar de la industria. Si bien requieren algunas actualizaciones en los códigos de seguridad y salvaguardas adicionales, estas medidas son perfectamente manejables dentro de los marcos operativos existentes.
“El éxito en la implementación segura de refrigerantes A2L depende de la comprensión adecuada de sus características y el cumplimiento de los protocolos establecidos. Su clasificación representa un compromiso inteligente entre la necesidad de refrigerantes más eficientes y ambientalmente responsables, y el mantenimiento de altos estándares de seguridad en la industria”, agrega Neret.
Esta evolución en la tecnología de refrigerantes demuestra que es posible avanzar hacia soluciones más sostenibles sin comprometer la seguridad operativa, estableciendo un nuevo estándar en la industria de la climatización que beneficia tanto al medio ambiente como a los usuarios finales.
