Por Diana Suriel.
La imagen que nos dio Kim Kardashian este año en la Gala del MET, ha sido totalmente opuesta a los looks hiper sensuales con los que nos ha sorprendido en anteriores ediciones. Su especialidad en un extremo o en otro, es dejarnos hablando, comentando y descifrando los mensajes detrás de su elección de vestuario para el evento.
Este año también supo lograr el impacto que de ella se espera, pero esta vez todo ha sido muy diferente. Desde el domingo anterior a la gala, comenzó a darnos pinceladas de que algo se traía entre manos, al salir a las calles de Nueva York luciendo un look en negro de pies a cabeza con máscara en leather incluida. Al verla llegar al día siguiente a las escalinatas del Museo Metropolitano de Nueva York, todo comenzó a cobrar sentido.
Lo nunca antes visto, un look que no dejó a nadie sin opinión. Otra vez vestida de negro total y con el rostro cubierto, Kim llegó provocando las opiniones de todos los presentes, y por supuesto los que seguían el evento en vivo a través de las redes sociales.
En su paso por la alfombra Kim explicó que se trataba de una creación de Balenciaga. Al día siguiente a través de sus redes sociales, reveló los detalles que todos esperábamos, incluyendo la identidad de su acompañante.
«What´s more American than a T-shirt head to toe?» escribió la empresaria en un post de Instagram, revelando el concepto detrás del look. De este modo entendimos que la casa de modas Balenciaga tomó la pieza más sencilla, y la elevó al máximo nivel del glamour creando un outfit para la historia.
Demna Gvasalia, director creativo de Balenciaga, fue el acompañante de Kim esa noche, también cubierto de pies a cabeza con una pieza negra. La identidad del diseñador por igual fue revelada al día siguiente, dando pie a múltiples conjeturas, que incluso señalaban a Kanye West como su pareja invitada.
Según comentarios posteriores, fue el mismo Kanye quien presentó a su ex esposa con el creador de modas, dando como resultado una amistad que ha trascendido gracias a esta colaboración
La presencia de Kim Kardashian en esta Gala del MET ha terminado de dar la puntada final para establecer su imagen como ícono de la moda. Sin logos ni artificios de por medio, todo lo que lleva Kim se convierte en tendencia, así sea un simple T-shirt negro.