Existe una nueva generación de músicos dominicanos que con frescas melodías y letras divertidas han logrado robar nuestra atención. En el epicentro de este movimiento se encuentra Riccie Oriach, un artista singular, con alma rockera y venas 100% latinas.
Riccie no es tu típico artista, no tiene un proceso creativo específico, no proviene de una banda, mucho menos de una escuela. Es sumamente versátil y, aunque a la hora de componer se entra al momento, tiene una noción bastante clara de dónde quiere llegar con cada tema.
Cada matiz, cada sentimiento y el “flow” que se desprende de sus canciones es completamente colaborativo y se disfruta, sobre todo, cuando la banda toca en vivo. Riccie sabe cómo sacar lo mejor de sus compañeros y dejarlo fluir de manera que cada uno deje su sello personal, resumido en un estilo único.
Ni la música ni la cabeza de Oriach conocen límites. Es una caja de pandora que encierra cientos de canciones, muchas de las cuales la banda todavía desconoce.
Riccie Oriach nos brinda un pequeño bocado de su Guayaba, una canción sobre un previo amor imposible de olvidar, en ritmo de un guaguancó sonero, y sin dejar atrás su influencia rockera, agrega guitarras con distorsión que intervienen brevemente y confirman, igual que sus letras, que el tema “tiene un swing”.
“Cuando escribí “La Guayaba”, recuerdo que no podía sacarme la melodía de la cabeza. Cada vez que la tocaba, me llegaban las letras. Se la presenté a los muchachos y junto a un fuerte elenco la trabajamos juntos”.
Próximamente estará lanzando su EP, con el que pretende viajar y hacer llegar sus canciones a cada rincón de latinoamérica. Esperamos con ansias más música, más ritmos, más ocurrencias y toda la energía positiva que caracteriza a este artista y su banda.
Escrito por: por Alina Estrella y David Taveras