Cinco claves de los Grammy 2021

Bienvenidos a una nueva realidad. Todo ha cambiado, y si nos quedaba alguna duda sobre si lo podíamos lograr, en este punto ya nos hemos dado cuenta de que hemos sobrevivido. El cambio de nuestras costumbres es un hecho, la forma de hacer las cosas se ha transformado, entre estas las grandes premiaciones del mundo del espectáculo. Para muestra nos quedan los Grammy 2021, el galardón más importante de la industria de la música.

Esta 63. ª  entrega de los Grammy se ha presentado con retos y no ha sido para menos. Con el mundo aun en plena pandemia, la producción ha tenido que readaptar sus estándares, entregando para este año una edición con ¨todas las medidas de seguridad¨, frase que aunque ya en este punto suena bastante cliché, no pierde su importancia.

 Esta edición con toque indudable de pandemia, nos dejó imágenes surreales, que probablemente hace tan solo un par de años no hubiésemos imaginado. La ausencia de la vibrante alfombra roja como la conocemos, permitió el paso de las celebridades con poco espacio y tiempo para mostrar sus galas elegidas, y una vez llegaban al ¨vengue¨, la mascarilla hacía acto de presencia, combinándose con cada look y dejándonos saber que todavía la pandemia no termina.

Los espectaculares shows en vivo, que daban esa dosis de adrenalina indudable, este año se presentaron en otra versión, dando paso a presentaciones grabadas. Este y otros detalles hicieron de los Grammy 2021 una premiación totalmente atípica, que apropiadamente nos dejó una visión clara del mundo en el que vivimos hoy, por si de repente hay alguno que otro aun viviendo en una burbuja.

Resumimos para ti las que consideramos fueron las cinco claves que hicieron de estos Grammy una premiación que pasa a la historia.

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Números contestarios 

Esta ceremonia número 63 sirvió como espacio para la presentación de números o shows musicales contestarios, que a través de su contenido se hacen eco de la cruda realidad social. Las muertes violentas de Breonna Taylor y George Floyd han desatado una gran indignación debido al claro tinte racial que las ha motivado. La industria musical no hace caso omiso y en esta entrega de los Grammy lo pudimos ver. Destaca en este apartado la presentación de Lil Baby con su tema ¨The bigger picture¨. Dramatizando en el escenario el asesinato de Rayshard Brooks, otra víctima de la violencia racial por parte de la policía en Estados Unidos, el cantante aprovecho su presentación para apostar a la protesta de un grave problema social que aún espera por justicia.

 
El triunfo del género femenino

Esta fue una edición de los Grammy en la que definitivamente las mujeres triunfaron. Beyonce además de ganar estatuillas y dos categorías, estableció dos nuevos records al convertirse en la mujer con más galardones en la historia de los premios, con un total de 28 a la fecha. Así mismo se estableció como la artista más condecorada en la historia de los Grammy contando con 75 nominaciones.

Taylor Swift también estableció un nuevo parámetro, al convertirse en la primera artista en ganar tres veces el codiciado premio de ¨Álbum del año¨.  Tras ¨arrasar en la edición 2020 de los Grammy, Billie Eilish conquisto otra hazaña al llevarse a casa el gramófono de oro a la ¨Mejor grabación del año¨.

Otras intérpretes que pusieron en alto al género femenino fueron H.E.R y Meghan Thee Stallion, ganando las estatuillas a ¨Mejor canción del año¨  y ¨Mejor artista nuevo¨ respectivamente.  Por otra parte, la mujer latina quedo muy bien representada con la mexicana Natalia Lafourcade, ganadora al ¨Mejor álbum de música regional mexicana¨.

El factor ¨en vivo¨ solo a medias

La ceremonia se llevó a cabo en vivo, entregando los premios a  los ganadores de una lista editada de categorías, sin embargo la chispa y adrenalina que aportan los shows en directo tan particulares en esta premiación, no se dejó sentir esta vez.  Como medida de precaución ante la pandemia, todos los shows fueron grabados, así lo vimos desde Dua Lipa hasta Bad Bunny, desde Cardi B hasta Taylor Swift. Falto la emoción propia de verlos cantar en vivo, pero en su lugar pudimos disfrutar de un show paralelo, al ver como cada intérprete una vez concluida su presentación o en turno para realizarla, observaba el show que presentaban sus compañeros del ¨line up¨ en el espectáculo. Se quedaron allí como público, siendo parte de un dinámico backstage por primera vez aprovechado como recurso de producción por medio de los tiros de cámara y edición.

 
Un conductor diferente

El comediante Trevor Noah tuvo un gran reto por ser esta la primera vez que asume la conducción en un escenario de tanta dimensión como el de los Grammy, pero además por tratarse esta de una edición totalmente atípica, con requerimientos diferentes y un guion totalmente adaptado a la realidad que vivimos por la pandemia de la Covid19. Su gracia y estilo aportó un toque fresco en esta edición de los Premios Grammy.

A dúo sale mejor

En esta edición fuimos también testigos de la química en el escenario, que produce el trabajo de amigos que crean piezas musicales para la historia. Así pudimos ver a Bad Bunny y Jhay Cortez entregándonos una muestra del reggaetton que domina los charts, a Bruno Mars con Anderson. Paak presentando un número con feeling ¨setentero¨, y cómo olvidar a Cardi B y Meghan Thee Stallion mostrando por primera vez en vivo la controversial coreografía de ¨Wap¨, tomando esta presentación rápidamente la categoría de ¨viral¨, con millones de reposteos y comentarios en las redes sociales.

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