La colección Hombre Otoño-Invierno 2022  se considera como el gran cierre de la llamada ¨Octología¨, ciclo de ocho colecciones que el fenecido diseñador creó para la casa de modas. 

Definición y redefinición son la clave para entender el trabajo de Virgil Abloh en Louis Vuitton. Apoyado en su Vocabulario estacional – “una definición liberal de términos y explicación de ideas” – su arco de ocho colecciones se basa en el deseo de cambiar nuestra perspectiva. Utilizando la moda como herramienta, su premisa radica en decodificar los sesgos asociados con los componentes de la apariencia humana. Quiere recodificar la forma en que nos tratamos unos a otros de acuerdo a cómo nos vemos y nos presentamos. Uno de los términos más utilizados por Virgil Abloh, la imaginación es lo que alimenta este sueño. Es lo que lo llevó a Louis Vuitton    y lo que define su legado en la Maison.

Ejecutado en ocho partes entre 2018 y 2022, el trabajo del Director Artístico Masculino nunca se ha enfocado simplemente en imaginar nuevas prendas y accesorios. Busca desarrollar los valores humanos con los que imbuimos nuestros códigos de vestimenta, y probar cómo se pueden usar, como significantes sociales, políticos y culturales, para implementar cambios más allá de la moda. Impulsada por esa imaginación, la Louis Dreamhouse concebida por Virgil Abloh para Otoño-Invierno 2022 (Colección 8) sirve para actualizar los temas y mensajes del arco que creó en Louis Vuitton. Es una octología que se desarrolla en la tradición del viaje del héroe: la antigua historia del desválido, quién a intentado y probado, y se convierte en una sensación a los ojos de sus espectádores.

La historia de su transcición entre la juventud y la adultez une al diseñador con su audiencia y permite que las generaciones futuras se reflejen en su experiencia. En su raíz está su Boyhood Ideology®, la sensibilidad infantil observada a lo largo de su obra. Virgil Abloh define la Boyhood Ideology® como la perspectiva intacta de un niño, que aún no se ve afectado por las ideas preconcebidas de la sociedad. Él quiere restablecer nuestras percepciones predeterminadas y comenzar desde cero donde la ropa es ropa y los humanos son humanos. Para cimentar esta metodología, enmarca sus espectáculos en fantasías infantiles: la Louis  Dreamhouse de la Colección 8, el castillo infalible y el kit para construir tu propia cometa de la Colección 3, o la pasarela arcoíris de la Colección 1 donde todo comienza.

Denominada Yellow-Brick Road y centrada en la historia de El Mago de Oz, la colección, filtra motivos de la película en las siluetas de hip-hop de la comunidad de la que surgió en Rockford, Illinois. Con ironía implícita, se refleja a sí mismo en la historia de la granjera del Medio Oeste, que es transportada por un tornado a la tierra de cuento de hadas de Oz. En este paralelo, Oz es París, Dorothy es Virgil y el Mago es su imaginación: la idea recurrente de una fuerza de cambio todopoderosa, representada igualmente en los gráficos del mago de la Colección 8, o el personaje del padre en la película para la Colección 7.

En su primera campaña, para la Colección 1, vuelve a imaginar el estudio del pintor de Gustave Courbet de 1855 en forma fotográfica. La obra original muestra a Courbet trabajando en una pintura rodeado a su izquierda por personas de todos los niveles de la sociedad francesa y a su derecha por miembros de la alta sociedad. La perspectiva contemporánea de Virgil Abloh se imagina así mismo encajando un look de la colección rodeado de miembros de su equipo, círculo social y modelos, cada uno vestido con la colección. La pintura de Courbet interpreta la sociedad del “mundo real” para los ojos de la élite cultural, Virgil Abloh retrata el intercambio global que define su visión de Louis Vuitton: diversidad, inclusión y unidad. Vuelve a visitar la pintura para la Colección 8, adaptando el original en tapices y grabados.

 

Después de El Mago de Oz, tenía que ser El Mago. Inspirada en la adaptación de Oz que contó con un elenco completamente negro, la Colección 2 establece la imaginación negra que sustentará cada movimiento de Virgil Abloh en Louis Vuitton. Black Imagination denota el replanteamiento y la anulación de las expectativas heredadas y, a menudo, inconscientes, vinculadas a las identidades negras a lo largo de la historia. Quiere crear una conciencia negra alentadora para el presente y el futuro. Fusionando esta premisa con su Boyhood Ideology®, Virgil Abloh crea un colorido equipo de marionetas para la Colección 5 basándose en los recuerdos de sus amigos cuando llegaron a París para su primer desfile de Louis Vuitton.

Los títeres parecen juguetes, pero están inspirados en las esculturas de madera de África Occidental con las que creció como hijo de inmigrantes ghaneses. A lo largo de las Colecciones 5, 6 y 7, su obra comienza a expresar un carácter más personal. La bandera de Ghana, la tela Kente y las siluetas de África Occidental de su herencia ocupan un lugar central. Basa su película para la Colección 6 en Stranger in the Village de James Baldwin, examinando la experiencia de ser un artista negro en el lugar del nacimiento del arte europeo. Dedica la Colección 7 al Amen Break, un break de batería poco conocido de una cara B creado por el grupo de funk-soul The Winstons en 1969, que se reutilizaría y continuaría reforzando los géneros hip-hop y jungle, y se dividen en miles de las pistas pop más familiares para nosotros hoy.

Utiliza su plataforma para dilucidar la influencia universal no reconocida de la cultura hip-hop que lo nutrió. Quiere contribuir a un Black Canon: un catálogo abstracto para la memoria, reconstrucción y preservación de la historia del arte negro a la par con la forma en que se estudia y enseña el arte europeo. Para Virgil Abloh, documentar su prolífica producción siempre tiene que ver con la posteridad: preservarla para que pueda inspirar a las generaciones futuras y abrir la puerta que ha mantenido entreabierta para las oportunidades de otros. Con esto en mente, el tiempo es esencial. Su trabajo a menudo trata temas del tiempo: la vida útil que se nos da para marcar la diferencia en esta Tierra.

La invitación para la Colección 4 presenta un reloj que retrocede. En medio del escenario surrealista adornado con nubes se encuentra un árbol equipado con una escalera que llega al cielo. El motivo se repite en la Colección 8, en bolsas azul cielo adornadas con presas para escalar, en las caricaturas de Grim Reaper que se esparce en las prendas y las estructuras similares a cometas que se convierten en alas de ángel de tamaño humano. Al igual que sus queridos paisajes urbanos de Giorgio de Chirico, Virgil Abloh imagina una vida en la que podemos ralentizar el reloj, hacer retroceder el tiempo o incluso detenerlo.

Para Virgil Abloh, las limitaciones son obra del hombre. Imagina cómo sería el Cielo en la Tierra (Colección 4), interpreta las flores como símbolos de la diversidad humana (Colecciones 3, 8) y encuentra la civilidad en el romanticismo parisino (Colecciones 2, 3, 8). Le apasiona el surrealismo, pero su trabajo nunca es tan pasivo como el escapismo. En el centro de su ethos se encuentra un deseo genuino de confrontar los problemas del mundo, y aborda ese sueño con ferviente pragmatismo. Cuando las soluciones racionales no parecen hacer del mundo un lugar mejor, le da una oportunidad a lo contrario.

Para la Colección 5, Virgil Abloh organiza un desfile fascinante, casi psicodélico, y acuña el ejercicio Hipnovisualismo®. Una forma decididamente irracional de inspirar compasión en las personas a través de demostraciones alucinógenas de asombro, está estrechamente relacionada con su concepto del Caballo de Troya para la Mente. Es su forma de endulzar los temas sociales y políticos en agradables capas de lo que él llama “matices” (teatro, diversión, poesía) y entregar sus mensajes más importantes con una sonrisa. Virgil Abloh ve que la ropa se puede utilizar como herramienta para el cambio y decide utilizar cada centímetro de su plataforma global para crear algo mucho más allá del ámbito de la “moda”.

 

Comunicado compartido con la prensa por Louis Vuitton, para cerrar el ciclo de ocho colecciones masculinas creadas por Vilgil Abloh para la casa de modas.

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